Las desapariciones forzadas en Colombia

viernes, 30 de septiembre de 2011

El pasado 30 de Agosto se conmemoró el Día internacional por las personas detenidas desaparecidas. En Colombia se estima que el drama de las personas desaparecidas forzosamente  supera casos como los de las dictaduras de Chile y Argentina en los años ochenta. A pesar del subregistro que suele haber en este tema, hoy en día no se conoce el paradero de más de 50 mil colombianos y colombianas, lo que supone una de las cifras más altas del mundo. Estos datos, además, y de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, no dejan de aumentar en la actualidad: en los últimos tres años, dicha Comisión ha registrado 1.130 nuevos casos de desapariciones en todo el país.
En palabras de Gloria Gómez, presidenta de ASFADDES (Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos), la desaparición forzada en Colombia nace como una modalidad represiva para eliminar a opositores políticos y militantes de izquierda en la década de los setenta; en los ochenta se incrementa y se extiende a líderes sociales y populares; a finales de los noventa se vuelve indiscriminada y desaparecen personas por el mero hecho de vivir en una región afectada por el conflicto social, político y armado; y, en estos últimos años, se utiliza para generar terror, como método de control y de dominio.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (que hace poco pudimos ver sesionando en Bogotá) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se han venido ocupando de este tema profusamente. De hecho, un cuarto de los casos de la Corte han sido sobre desaparición forzosa. Y es que, aunque es un fenómeno mundial, su práctica en distintos países de América Latina ha sido tristemente amplia. De hecho, es en esta región donde aparece el primer instrumento jurídico internacional, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas de 1994, que no contó con la extensión global hasta el 2007, cuando se firma y ratifica la Convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas de Naciones Unidas. A pesar de estos importantes logros jurídicos que aumentan la protección legal, Christian Salazar, Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU para Colombia, señala como problemático el hecho de que sigue habiendo pocos avances en fallos judiciales.
Ante este cruel y atroz fenómeno, que tiene un carácter múltiple, acumulativo, contínuo e imprescriptible en lo que se refiere a la violación de derechos humanos (tanto de la persona víctima como de sus familiares), varios colectivos bogotanos unieron esfuerzos el mes pasado para reclamar verdad y justicia. Acá les dejo un vídeo para que conozcan más de cerca dicha acción, otro para seguir profundizando en el tema y, todo en su conjunto, para que la memoria no se nos olvide.



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