"Arte sí, amenazas no"

martes, 30 de agosto de 2011

Hoy os quería hablar de arte.
Pero no del que se expone en museos de todo el mundo o en paredes de selectas personas escogidas. Hoy, también, os quería hablar de artistas. Pero no de aquellos de gran nombre que somos capaces de reconocer incluso sólo oyendo el primer apellido.
Hoy os quería hablar de arte, pero no de un arte cualquiera.
Resulta que existe un arte que no todos conocemos, que anda de a poquitos, de a sorbitos, de a pasitos. Porque hace cosas tan grandes que, lógicamente, se mueve a otro ritmo. Porque las cosas grandes, pero grandes de verdad, pesan y hay que pensárselas bien, para hacerlas mejor.
Este del que os hablo, es un arte de grupos Y de individuos. De ética Y estética. De conciencia, de memoria, de lucha social por un mundo mejor. De creatividad en estado puro.
Pero, sobre todo, es un arte valiente, bien valiente.
Ya lo era hace unas semanas, cuando la cultura se extendía por barrios sureños de la periferia de Bogotá, gracias a su trabajo, a su presencia, a su esfuerzo, a sus ganas (de crear, de compartir, de construir, de seguir creciendo...).
Ya lo era hace unas semanas, cuando más allá de plata de presupuestos y proyectos aprobados (o no), se reunía y tramaba y conspiraba (sí, conspiraba) entre narices de clown, vestidos de colores, rostros pintados y mucho por decir.
Ya lo era hace unas semanas, cuando más que un hobby, el teatro (el arte) era una necesidad. Una forma de vida. Una manera de estar en el mundo.
Ya lo era (valiente y mucho) hace unas semanas, antes de que, paradójicamente, las águilas negras (en minúscula, no les vamos a dar la grandeza de escribirlo de otra forma) lo volvieran famoso con sus amenazas y lo llenaran de nuevos trazos de valentía.
Porque más valiente es ahora, ese arte, esas y esos artistas que, ante las amenzas y el miedo y la sensación latente de fragilidad y la injusticia y los por qué algo así... han salido a tomarse las calles con la cabeza alta, la sonrisa grande y el arte, ese arte suyo, como bandera.
Que no baje el telón, que aún queda mucho por ver...
Eso sí, para hoy: aplauso cerrado. Me quito el sombrero.
ARTISTAS!!!

"Somos actores... No armados"
Para quien quiera saber más detalles sobre este asunto: La amenaza del conflicto llegó hasta el teatro en Bogotá - La Silla Vacía

3 comentarios:

MADY dijo...

Con la rima de un artista os aliento y hago mías vuestras zozobras. "La vida no vale nada si no para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama" Pablo Milanes.
Las dos máscaras enfrentadas del drama. En verdad que somos fuerza, una fuerza maravillosa, llena de Vida, mientras otros la lapidan.
Tengo motivos para deciros que el arte escénico y teatro de calle en HispanoAmerica es de una calidad y compromiso que otros desde el viejo continente y la vieja piel de toro de esta España ansiaríamos contar como motor social.
¡Cómo me gustaría compartir con vosotros una parte de mi vida!
Desde Aragón. Desde el Corazón.

loles dijo...

Excelente narración de una realidad tantas veces olvidada, ¡enhorabuena!
El arte siempre ha sido considerado subversivo por los poderosos y tienen razón: su capacidad de transformar la realidad a través de la mente y los sentimientos de las personas es inmenso.
Pero no perdamos de vista el riesgo que corren estos verdaderos artistas. Estemos vigilantes. Todos

maremoto dijo...

Gracias por los comentarios!
Aquí os dejo el enlace a un vídeo que presenta la noticia de la marcha del martes 30 agosto por Bogotá: http://www.youtube.com/watch?v=2PnbTWCYioc&feature=share