Colombia vista desde "otra" Maiques...

domingo, 5 de septiembre de 2010

Mi querida sister ha tenido a bien visitarnos y acompañarnos durante estas tres últimas semanitas... Ha sido un placer y un gustazo tenerla por aquí y, la verdad, la echaremos mucho de menos!!
Antes de viajar, nos ha dejado un pequeño escrito con lo vivido y lo aprendido. Va con fotitos, también.
Para más Colombia desde otro punto de vista... clicken en el título de esta entrada.

"Se dice muchas veces que las cosas no ocurren porque sí, que no llegamos a los sitios sin más, sino que nuestros pasos, nuestros caminos, se van llenando de encuentros que tienen un significado. Caemos en un sitio, como de casualidad y, poco a poco, se nos descubren todos los mensajes y símbolos que estaban ocultos, aguardando nuestra llegada para plantársenos delante de la nariz y mostrarnos, gritarnos o susurrarnos un montón de verdades.

Así ha sido para mí este viaje por Colombia.

He intentado resumir lo que me he encontrado, lo que he aprendido, lo que he sentido... Obviamente, es un resumen profundamente incompelto y superficial. Así son los textos. Para llegar más profundo, hay que venir y vivirlo.

En una primera capa, Colombia me parece un país hermoso, exuberante. Los lugares que recorres, aunque no sean los más turísticos, impresionan por su esplendor, su intensidad (de verde, vegetación, altura...) y su belleza. Y la inmensidad de sus paisajes contrasta con la calidez y la dulzura de la gente. Dulces en expresión, en hablar, en trato. Simplemente quedándome en esa primera capa ya regresaría profundamente enamorada de Colombia. Seguro regresaría habiéndolo pasado chévere, guardando en la retina lugares bacanos y con el recuerdo de todas las gentes lindas con las que me topé.

Pero si puedes escarbar un poco más, si profundizas un poco en la costra de este país, de su historia y sus gentes, descubres la fortaleza, las ganas de vivir y de bailar, de ser felices entre tanto dolor y tanto miedo. Ahí empiezan los contrastes y la complejidad. Descubres toda la violencia (directa, física, psicológica, estructural...) que convive con esa dulzura. Todo el sufrimiento y la injusticia. Empiezas a intentar poner en orden (en tu cabeza de observadora externa, blanca y europea) el caos entre guerrillas, paramilitares, batallones de las fuerzas armadas. Intentas analizar la importancia estratégica de Colombia, sus riquezas naturales, su extensión. Preguntas, lees, le das vueltas... Y toda vuelta hará más complicado aún entenderlo.

Con la suerte de poder traspasar esa costra nada más llegar, me sentí profundamente impactada por todo lo que estaba viviendo y escuchando. Así que decidí seguir escuchando. Y escuché palabras e historias de personas anónimas, pero con nombres y apellidos, personas que no saldrán en ningún diario, pero que son la realidad y la historia de este país. Y me dí cuenta que había venido a aprender, a llenarme de preguntas y a regresar con pocas certezas, pero con ganas de seguir bailando y escuchando.

Parque Natural de Sumapaz

Comencé conociendo a las y los habitantes de Sumapaz (como parte de una Misión de observación internacional de mujeres contra la militarización), un Parque Natural que es una de las mayores reservas de agua dulce del planeta.

Laguna de Sumapaz
El conversatorio


Equipo internacional de Observación
Esta primera inmersión en la realidad me presentó de golpe casos de "falsos positivos", detenciones sin cargos, acusaciones, violaciones a mujeres, el poder de un ejército que toma zonas civiles sin respetar nada... En este lugar donde por cada habitante hay una media de 6 militares, las gentes tienen que reivindicar que no son actores armados, que no tienen nada que ver con la guerra, que simplemente defienden su tierra y su medio de vida. Como hacen, por ejemplo, cuando no ceden ante las presiones de irse y dejar vía libre al megaproyecto de construcción de una presa de energía hidráulica (proyecto que quiere llevar a cabo, por cierto, la filial colombiana de la española Endesa).

Les escuché darnos las gracias por llegar hasta allá a conocer su realidad, sin saber que la agradecida soy yo. Comprendí sus deseos de vivir tranquilos, sin miedo, sin presiones, sin intimidaciones de ningún grupo armado. Me emocioné más, si cabe, al conocer a su alcaldesa, una mujer con tanta fuerza como convicción de gobernar para la gente y de no dejarse intimidar por unos ni por otros (pero viviendo con escolta y sin poder, a día de hoy, pasearse por las verdes veredas de Sumapaz).

Y como para contrastar, todo continúa en el calor asfixiante de Barrancabermeja, ciudad construida alrededor de una refinería de petróleo.
La refinería desde lejos
Zona de fuerte presencia paramilitar y lugar estratégico de Colombia (tanto por el petróleo como por su localización geográfica). En Barranca conocí la historia de la Comuna 7, uno de los barrios populares de la ciudad, creado por gente desplazada que tuvo que dejar su tierra y su espacio y llegar sin nada a construir sus casas, conseguir la luz, el agua, asfaltar las calles... y seguir viviendo a pesar de todo lo vivido.


Pude saber de primera mano sobre las desapariciones del 16 de mayo de 1998, la noche en que se llevaron a 25 personas del barrio: hijos, hijas, compañeras, hermanos... Escuchar a Don Jaime contarnos de su hijo desaparecido, regando sus frase de risas sinceras. De cómo era, de cómo vió que se lo llevaban. Decirnos con su mirada clara y directa cómo se acostumbra uno a vivir con el miedo; que si no luchan ellos por sus desaparecidos, ¿quién lo hará?; y darle vueltas en mi cabeza a la reconciliación, la justicia, la verdad...
Como si este viaje me quisiera regalar también lo bonito, lo creativo, la esperanza, llegué hasta la Comuna 7 a visitar el Centro Cultural Horizontes Ciudadela Educativa, capitaneado por Guido y Yolanda, dos bellísimas personas.

Durante una representación
Me llevo en el corazón todos los días compartidos en esa barriada con los y las jóvenes del Centro, gente que sin conocerme me acogió y me abrazó desde el primer instante; gente que hace teatro para hacer y hacerse preguntas sobre la realidad, para aprender y crecer y que me demostró que el arte debe ser una pieza central en la transformación de nuestros mundos.


Con Gigi, reencuentro años después
Y habría que terminar esta radiografía personal hablando de las personas que, llenas de ilusiones y proyectos (de teatro, huertos, habilidades sociales, derechos, etc.), trabajan en Ciudad Bolívar, uno de los barrios populares de Bogotá formado por desplazados internos. Y habría que mencionar también a los que tienen la suerte de no tener problemas económicos, pero que igualmente hablan del miedo vivido y pegado al cuerpo, de las épocas más duras de violencia, de su impotencia hacia cómo transformar este país tan complicado y querido.

Este es mi resumen de un viaje que se hizo corto y que me dejó con mil cosas por conocer. Otras realidades que sólo he llegado a escuchar... los campos fumigados con glifosato desde el aire (por ser "zona de cultivos de coca"), las luchas indígenas por la defensa de su tierra, la militarización de la sociedad... y tantas y tantas historias de personas que, día a día, viven y luchan por tener una vida feliz y libre de violencias.

El mapa de Colombia, debajo de su costra, se torna denso, confuso, doloroso... Me hace sentir y aprender y regresar a mi mundo llena de emociones, de dudas y con pocas certezas, pero con ganas de seguir escuchando, aprendiendo y bailando."

Alba Maiques Díaz.

4 comentarios:

Alba dijo...

bueno,
como autora hago un añadido!

esta es la web del Centro Cultural Horizontes Ciudadela Educativa, de Barrancabermeja. Por si queréis saber un poco más lo que hacen:

http://www.centrocultural.etpbarranca.org

Anónimo dijo...

Sin duda has aprovechado bien el tiempo de tus vacaciones. Unas vacaciones distintas e imagino que inolvidables.
Tu texto contagia muchas cosas: deseos de escuchar y de conocer una realidad a través de sus gentes, abandonando´tópicos e ideas preconcebidas; amor y cercanía hacia las personas luchadoras que has conocido; puesta en cuestión, tal vez, de nuestra forma de vida, nuestras preocupaciones, comparádolas con las suyas. Como dices, mas preguntas que respuestas. Loles

Anónimo dijo...

sinceramente me quedo conmovido y emocionado por tu voz puesta en letra. ...y si, esta es la realidad de nuestra colombia, esta es la realidad de un pais que muestra sus dientes mientras que arrastran sus patas. agradezco muchisimo tu voz... y te esperamos de vuelta. un abrazo ¡sam!

juan dijo...

Creo que es dificil expresar tantas vivencias y sentimientos en tan pocas palabras.
Y tampoco es facil aprender tanto de otros en tan poco tiempo
Probablemente tu actitud de acercarte escuchando e intentando comprender y compartir es lo que te ha permitido alcanzarlo
Sigue siendo asi...y sobre todo no dejes nunca de bailar